Mentiras verdaderas

La ideología burguesa, desmenuzada. Si le gusta la pavada o si es de creer en cualquier cosa (como en el peronismo, la democracia, el capitalismo del siglo veintiuno y otras tonterías) no entre, por favor.


El misterioso ejército T

Hasta que no se transformó en un motivo importante de la propaganda K, la izquierda no habló del tema. Ahora que, muy probablemente, el kirchnerismo lo abandone, no escucharemos más a la izquierda hablar del asunto. No viene mal, entonces, revisar la propuesta política para el movimiento trans que hacía Razón y Revolución en 2004, […]

El Cuerpo

El cuerpo humano actual es un producto del capital. Hablar del cuerpo es, también, hablar de «clase». Cada clase tiene su cuerpo y, por ende, su estética.

Política de la identidad

La política de la identidad pasa como la última palabra en izquierdismo. Es, por el contrario, la primera línea de la reacción ideológica. Explicamos aquí, por qué Evo Morales y Cristina son más peligrosos que Macri y Bolsonaro. En Hegemonía y estrategia socialista, Laclau y Mouffe desarrollan la idea de que el sujeto tiene una […]

Milei, Bolsonaro, McCarthy

Todo el discurso «milesiano» se apoya en el combate a los «zurdos», una categoría ecléctica, que sirve para crear un campo semántico lo suficientemente amplio como para abarcar todo lo que el enunciador quiera, y lo suficientemente vago como para que se pueda excluir todo aquello que resulte contradictorio. El resultado es un clima de sospecha, de culpa generalizada, de buchonismo profesional: todos somos o podemos ser algo que nadie sabe bien qué es, «zurdo». Al mismo tiempo, ese campo delimita todo lo que está mal. Luego, el enunciador adquiere un doble poder: el decir quién es culpable por el peor de los males, aunque nadie sepa bien qué sería tal cosa. En tiempos del coronavirus, es una estrategia ideológica muy adecuada al contexto: todos podemos estar enfermos y transmitir la enfermedad, sin saberlo, siendo, de todos modos, culpables. El único capaz de detectar y señalar (y, por lo tanto, repartir castigos) es el enunciador. Se cumple así la lógica fascista: hay un individuo, el súper hombre, que es el depositario de la verdad, que no es más que su palabra. Es la culminación lógica de la apología del individualismo: solo el individuo es capaz de saber qué es bueno y qué es malo para el individuo. Como solo el enunciador es capaz de decir, y, por lo tanto, de señalar y castigar, un solo individuo, que condensa el espíritu de todos los «individuos» (que, por este mismo acto, acaban de desaparecer, subsumidos en el súper hombre) se constituye en el gran dictador. Ese proceso puede llevar a Bolsonaro, es decir, el primer escalón en ese camino, o a Hitler, el pináculo. En el medio, hay muchas variantes. El Macartismo es una de ellas. En este prólogo a Tiempo de Canallas, de Lilian Hellman, editado por Ediciones ryr, en 2011, analizo ese fenómeno producido en la que se supone es la más «liberal» de las sociedades, EE.UU.

La dialéctica y el imperialismo del Potus

En un departamento, que supe adquirir con mucho esfuerzo y que debí reconstruir prácticamente desde cero, tenía como única decoración un potus metido en una botella con agua. Para mi sorpresa, creció desde el extremo más elevado de la escalera hacia abajo, llegando al piso, un par de metros. De nada sirvió que lo podara […]

El origen del «relato». La ideología bonapartista del kirchnerismo como emergencia de un momento de la vida social argentina

Un esbozo de reconstrucción del proceso de formación de la ideología kirchnerista. Último capítulo de la compilación de investigaciones de docentes y alumnos de la cátedra que dirijo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, coordinada con Marina Kabat. Publicada bajo el título Mentiras verdaderas. Ideología, nacionalismo y represión en Argentina (1916-2015), […]

Una enfermedad recurrente

El texto que sigue es el prólogo a Callinicos, Alex: Contra el postmodernismo, Ediciones ryr, Bs. As., 2011. Libro fundamental para entender los orígenes de la política populista. Evo, Cristina, Chávez, construyeron un sucedáneo de ideología seudo-revolucionario a partir del posmodernismo en versión Laclau-Mouffe.

La razón y la pasión: Stephen Jay Gould (1941-2002)

Aprender a escribir no es fácil y no se termina nunca de hacerlo. Hay una escritura estandarizada, para los “papers”, con una serie de lugares comunes, y una estrategia de cita (eso que alguna vez describiré en un texto que tengo en la cabeza hace mucho, “La economía política de la cita a pie de […]